En muchos pueblos y capitales de España es costumbre conducir los toros desde unos corrales de recepción hasta la plaza donde han de ser lidiados con un encierro, una larga carrera en la que los mozos y otros participantes corren delante de las reses bravas, escoltadas por los inevitables cabestros. Los encierros más antiguos, y también internacionalmente más famosos, son los de Pamplona, cuyo origen se remonta a los inicios del siglo XVIII, el año 1717.
martes, 18 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario